Otro gol de rebote le dio el paso a cuartos de final a Francia
La escuadra gala derrotó 1-0 a Bélgica con tanto de Kolo Muani.
No lo veía nada claro Francia cuando el partido entró en su tramo final, con dos paradas de Mike Maignan a sendos remates de Romelu Lukaku y Kevin de Bruyne; incapaz el equipo de Didier Deschamps de desnivelar el 0-0 hasta que un rebote de Jan Verthonghen en un tiro a la nada de Kolo Muani lo lanzó de repente a los cuartos de final de la Eurocopa 2024 en el minuto 85, de nuevo entre un sinfín de dudas.
En su cuarto encuentro en Alemania 2024, dos de sus tres goles son en propia puerta. El otro, de penalti. Sin pegada, es un colectivo menor, que parece que domina el partido, pero se queda en nada sobre la otra portería, en alguna acción de pronto de Mbappé y en poco más, mientras asoman mayores desafíos que Bélgica, que también le pudo ganar.
Francia depende sobremanera de Mbappé. Máscara negra, brazalete fluorescente, su presencia debe ser más constante, más determinante, más influyente que de repente una acción de la nada. Eso corresponde en buena parte al dinamismo de su equipo, pero también a su desborde o a su tino individual, fuera de toda duda casi siempre, no tanto en la Eurocopa de Alemania, aunque cuando es capaz de correr, driblar y disparar es todo un espectáculo.
A Francia le costó el primer tramo. La posición de Yannick Carrasco la enturbió, entre los desmanes tácticos de Theo Hernández. La fuerza de Lukaku, menos, bien contenido por Saliba o Upamecano. Y un lanzamiento de falta directo de De Bruyne, templado al área, capaz de crear la duda al portero de forma sutil, lo asustó. Maignan la sacó como pudo. Carrasco, en liza hacia el gol unas cuantas veces, se quedó en nada en el tramo decisivo.
Desde mucho antes, Francia empujó a Bélgica hacia su terreno. Lo cercó a unos metros de su área. Sin salida. Un ejercicio de resistencia que sólo pusieron en duda Tchouameni y Mbappé, también Griezmann con una volea posterior fuera, cuando el reloj había rebasado la hora del duelo pendiente de lo único que parecía válido: la inspiración de Mbappé...
O de Kevin de Bruyne o de Romelu Lukaku, que respondió con un derechazo dentro del área que le recordó a Francia todo lo que le debe en esta Eurocopa a su portero, Mike Maignan, puntual y certero en cada amenaza de su oponente. Aún debió despejar otro tiro de De Bruyne, cuando ya el duelo enfilaba la recta final hacia la prórroga. Francia no había vuelto a crear nada desde tiempo antes, por medio de Saliba, un central.
De nuevo en el resbaladizo borde en el que se ha movido el conjunto de Deschamps durante toda esta Eurocopa, Francia se alió con un rebote, en el minuto 85. El movimiento de Kolo Muani aparentó algo. Su tiro, mordido, contra el suelo, sin dirección a portería, nada de nada, hasta que se envenenó de forma definitiva para sobrepasar a Casteels. Otro rebote salva Francia. Y ya van dos en esta Eurocopa.
EFE